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Plan de Ayala

En marzo de 1853, Lucas Alamán le informó al general Antonio López de Santa Anna, el proyecto de los Conservadores, que lo contemplaba nuevamente para ocupar la presidencia. Un año después, el 1 de marzo se pronunció el Plan de Ayutla, para dar fin a la dictadura de Santa Anna.

Medallas de la Orden de Guadalupe restaurada por  Antonio López de Santa Anna Medallas de la Orden de Guadalupe restaurada por Antonio López de Santa Anna
La situación de México a mediados del siglo XIX, era ingobernable. La guerra contra Estados Unidos había mermado a la sociedad y a la economía mexicana, lo que aunado a las ideas en contraposición del faccionalismo exacerbado, producto más por los intereses personales que ideológicos, provocaba un ambiente de inestabilidad política.
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El gobierno de Mariano Arista (1851-1853), enfrentaba tales adversidades, viéndose superado por el pronunciamiento del Plan de Guadalajara (1852), que unió a conservadores y santanistas para la defensa de la Iglesia, los privilegios militares y la República Mexicana, confiada a Antonio López de Santa Anna  para su salvaguarda, como lo marcaba el artículo octavo:
 “La nación invita al general Antonio L. de Santa Anna para que regrese al territorio de la República, para que coopere al sostenimiento del sistema federal y al restablecimiento del orden y la paz”.
Buscando sanear la debilidad del Ejecutivo, que en ese año había sido ocupado por tres presidentes, Santa Anna contó con poder omnímodo. Sin embargo, la situación con su llegada no fue la esperada, al incurrir en excesos de poder, adoptar el título de Alteza Serenísima, restablecer la Orden de Guadalupe, imponer contribuciones severas y cesar a servidores adversos a su gabinete.
El 1 de marzo de 1854, con el pronunciamiento del Plan de Ayutla se hizo escuchar el malestar, tanto de liberales como conservadores, contra el gobierno dictatorial que se había establecido. El liberal Juan Álvarez y el conservador Florencio Villarreal, se unieron para destituir a Santa Anna, señalado como una amenaza a las garantías de los ciudadanos, a la integridad de la República ante la venta efectuada de La Mesilla;  y a los principios del federalismo. El 11 de marzo, el plan fue reformado en Acapulco por el liberal moderado Ignacio Comonfort, adhiriéndose así a la causa.   
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La Revolución de Ayutla, iniciada para restaurar la libertad, paulatinamente fue adquiriendo un carácter liberal, que se extendió por el país hasta llegar a la Ciudad de México, provocando el retiro de su Alteza Serenísima y el establecimiento de un gobierno de carácter liberal, encabezado por la Generación de la Reforma, cuyo proyecto de nación se consolidó el 5 de febrero de 1857 con una nueva Constitución, siendo los años consiguientes decisivos para su defensa.

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